En casa hemos empezado a elaborar nuestra propia leche de avena. En los supermercados puedes encontrar leche de avena fácilmente, pero hay que vigilar ya que en algunos casos se le añade una gran cantidad de azúcar. Además el precio de venta es elevadísimo.
¡Comprobado! el litro de leche de avena casera sale 10 veces más barata que la leche comercial. Si a esto le sumamos que su elaboración es súper sencilla. ¿Por qué no hacerla en casa?
No necesitas ningún instrumento extraordinario. Únicamente: una batidora, recipiente y un colador de tela metálico o gasa o tela. En cuanto a la batidora puedes usar la de mano sin ningún problema.
Este tipo de leche es ideal para los intolerantes a la lactosa, veganos, personas que quieren reducir el consumo de lácteos o personas que quieren probar una rica leche vegetal.
Otra de las ventajas de hacerla en casa es que puedes customizarla a tu gusto, añadiendo el endulzante que quieras, canela, vainilla, aceite de coco, cacao…
- 60 gramos de copos de avena
- 1200 ml de agua
- ¼ de cucharadita de sal
- Endulzante al gusto
- Opcional: vainilla, canela, aceite de coco...
- Pon la avena en un recipiente y cúbrela con agua (la medida necesaria para cubrir los copos). Déjala reposar en la nevera unas 8 horas o toda la noche.
- Pasado el tiempo de reposo, cuela la avena (para escurrir el agua excedente) y añádela a la batidora junto con el agua (1200ml), la sal, endulzante y si quieres vainilla, canela o aceite de coco. Bátela a toda velocidad hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.
- Si te urge puedes consumirla ya. Aunque es mejor dejarla reposar mínimo una hora en el frigorífico y volverla a colar para eliminar los restos de copos de avena. Si es necesario cuélala de nuevo.
- Se conserva de 3 a 4 días en la nevera.
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